Condiciones de un buen coach
MANTIENE UNA BUENA RELACION CON SU ALUMN@ ✓
El coach es una herramienta vital e importante en el desarrollo y resultado final de un alumn@. Debe entender y tener claras las necesidades de su pupilo, y en base a ello, mantener un equilibrio armónico, tanto en su relación de trabajo como en lo personal.
CAPACITACIÓN ✓
Es imprescindible que el coach de defensa personal cuente con una buena formación en metodología y en las ciencias aplicadas al deporte, a los fines de que pueda manejar correctamente las cargas del entrenamiento.
ESCUCHA A SU ALUMN@ ✓
Existe una diferencia entre oír y escuchar, porque escuchar hace referencia a estar atentos a lo que el interlocutor nos transmite. El coach debe no solamente escuchar el lenguaje verbal de su alumn@, “debe ser capaz de interpretar su lenguaje no verbal”, para no solo quedarse con las palabras, sino para saber qué emociones transmite su guerrer@
DA CONFIANZA Y MOTIVACION ✓
La confianza entre el coach de defensa personal y el alumn@ es vital. Los buenos resultados aumentan y se consiguen gracias a una comunicación eficiente entre ambos. Recordarle las técnicas, el tiempo de entrenamiento, mirarle a los ojos en pleno tiempo de descanso y decirle: “Hey, puedes hacerlo mucho mejor. Lo has hecho, vamos a salir adelante”, son palabras que de salir de alguien plenamente identificado, siempre son frases mágicas que motivan en un alto nivel de estrés.
RESPONSABILIDAD ✓
Un coach que asiste en un evento, debe comprender que debe manejarse bajo altos estándares profesionales. Llegar temprano a las reuniones técnicas, observar otro tipo de situaciones similares, agresores de sus gerrer@s, estar atento en el momento del miedo o bajón, son aspectos de un coach comprometido.
COHERENCIA CON LOS OBJETIVOS TÉCNICOS ✓
Para generar confianza, el coach debe de ser coherente durante la situación o escenario que le expone. No puede pedirle a su luchador/a que haga un técnica que jamás ha entrenado, o exigirle un ritmo de adaptación ante un episodio de agresión si no está físicamente preparado para tolerar altos niveles de intensidad, o sin saber cómo reaccionará en un posterior proceso de recuperación
PACIENCIA ✓
Una de las claves a la hora de ser coach es tener paciencia, pues pueden darse situaciones que generen estrés entre alumn@ y entrenador. En este período se deben controlar las emociones más profundas. La paciencia del coach consiste también en saber respetar los espacios del atleta, y evidentemente, no gritar o faltar al respeto.
NO LO SABE TODO ✓
Los coachs son profesionales para dirigir a los alumn@s en sus diferentes escenarios, entrenarles y mantener un alto nivel de orientación técnica. Pueden tener conocimientos o bases en las ramas de la psicología, pero no son psicólogos. Cuando un alumn@ requiere un reconocimiento, tratamiento u opinión de origen médico, nutricional o psicológico, un coach experimentado buscará siempre la opinión de un experto.
DA EJEMPLO ✓
Entrena con ellos, guantea, hace físico y elasticidad, lo acompaña a correr, suda, hace también parte del trabajo y así se gana el respeto y la confianza necesarias para una correcta relación interpersonal.
CONOCE EL ENTORNO E INQUIETUDES DEL ALUMN@ ✓
Más allá de ser un coach, debe ser humano. El alumno@ no es una máquina de lanzar patadas y de entrenar a mil por hora. También tiene sentimientos y se desarrolla aún mejor cuando la persona que lo guía se preocupa por sus intereses (sin interferir). El deber de un coach es conocer las cargas no deportivas que tiene el deportista.
Saber qué hace en tiempos libres, si tiene problemas personales o económicos, si duerme bien, si se alimenta bien, incluso si está pasando por una relación de desamor… Todo esto le brindará al coach un conocimiento fundamental para ayudar y fortalecer la confianza entre ambos, y de esta manera, obtener los mejores resultados del entrenamiento y en cualquier situación o escenario que se le pueda presentar.