Volver a casa de noche, sola, apretando las llaves en la mano… Cambiarte de acera y apretar el paso cuando sientes que alguien camina detrás de ti demasiado cerca… Esperar a recibir un mensaje de tus amigas diciendo que todas habéis llegado bien antes de poder dormir… Ver delante de ti a alguien con pinta sospechosa y cambiar de dirección…
Podríamos nombrar muchas más situaciones similares… ¿Con cuántas te sientes identificada?
Esta es, por desgracia, una lamentable realidad a la que se enfrentan las mujeres en el día a día a lo largo de toda su vida, y no parece que eso vaya a cambiar. Lo que sí puedes hacer es cambiar tu actitud al respecto.
La defensa personal te puede proporcionar la tranquilidad de saberte preparada para afrontar un peligro inesperado. Lo más probable es que nunca llegues a necesitar ponerla en práctica, pero la tranquilidad que te va a proporcionar te aseguro que no tiene precio.
En las clases de defensa personal femenina, no solo aprenderás a defenderte, la idea es que no sea necesario pasar a la acción. Simplemente, saberte capaz de hacer frente a la situación, te proporcionará las herramientas necesarias para huir con eficacia en una situación de peligro y, lo más importante, evitará que te quedes paralizada si se da el caso de peligro real, que es precisamente la actitud que busca el agresor. La autodefensa no es una cuestión de fuerza, sino más bien de habilidad. En estas clases se trabaja, como podrás comprobar, tanto el aspecto físico como el psicológico: tan importante es saber defenderte como ser consciente de que puedes hacerlo. Te ayudará a dejar atrás las inseguridades y los temores que a todas nos han paralizado en más de alguna ocasión.
Las clases de defensa personal femenina son, por tanto, una actividad empoderadora, que te proporcionará las herramientas necesarias para superar los miedos a los que todas nos hemos enfrentado alguna vez. Son también una actividad perfecta tanto a la que acudir con amigas como en la que descubrir a otras mujeres con tus mismos miedos e inquietudes. Son el medio perfecto para transformar una situación negativa en una experiencia divertida y gratificante. Pasarás un buen rato entre personas en tu misma situación mientras aprendes a hacer frente a situaciones de peligro y a hacerte consciente de tu capacidad de enfrentarte a ello.